En un cuarto me arrinconan
sin acordarse de mí,
pero pronto van a buscarme
cuando tienen que subir.
más adivinanzas de cosas de la casa...
De nada me sirven, estas cuatro patas, que quieta estoy siempre, sobre mí, el durmiente.
Tiene agua y no es botijo, está siempre en el jardín. Cada vez que se enrosca, aunque no espanta a una mosca tiene pinta de reptil. ¿Qué será?
Con mi cara tan cuadrada, lisa o con dibujitos, resignada y por los suelos, me repito, me repito...
Es tu favorita cuando sientes frío; la encuentras escrita en el verso mío.
Tengo dientes y no muerdo, desenredo con cuidado, caminos abro en tu pelo, ya sea liso o rizado.
Sale de la sala, entra en la cocina, meneando la cola como una gallina.
En lo más alto me ponen para que el viento me dé, soy guía para los hombres y siempre estoy de pié.
Pequeña como una pera y alumbra la casa entera.
Aunque músculos no tengo, los techos yo sostengo.
Tiene un ojo y nada ve, por abrir no es cosa dura, sin embargo por cerrar, sí que cierra y sí que es dura.
