Es una caja habladora,
que vive en todas las casas,
y se calla a muy alta hora.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Cuando la entrada yo les prohíbo, son muchos golpes los que recibo.
Caja llena de soldados, todos largos y delgados, con gorritos colorados.
Tengo dientes y no muerdo, desenredo con cuidado, caminos abro en tu pelo, ya sea liso o rizado.
En el campo soy hallada y al fuego alimento. Donde quiera que soy llevada, es para darme tormento.
Sale de la sala, entra en la cocina, meneando la cola como una gallina.
Dicen que tiene y no tiene, mucho pincha, poco retiene.
Ya ves, ya ves, tan claro que es. No me la adivines de aquí a un mes.
Del techo al suelo, cortada y fina, tela con vuelo.
Cuando te veo me ves, cuando me ves te veo, y no te parezco feo.
Un barbecho bien labrado, ni entra mula, ni entra arado.