Estoy dentro de él
y no puedo entrar en él.
más adivinanzas de cosas de la casa...
No soy el sol, tampoco el fuego; pero la casa bien que caliento.
Pequeña como una pera y alumbra la casa entera.
Con mi cara tan cuadrada, lisa o con dibujitos, resignada y por los suelos, me repito, me repito...
Es una pera colgada que toda la casa alumbra sin tener humo ni llama.
A la entrada de tu casa algo suena si lo aprietan y tu sales presurosa a abrir deprisa la puerta.
En el campo fui nacida, vestida de verdes ramas, y al pueblo me trajeron, para servir a las damas, a mí todo me regalan, caramelos, miel, melada, mas yo todo lo reparto, porque no sé comer nada.
En el campo soy hallada y al fuego alimento. Donde quiera que soy llevada, es para darme tormento.
Está hecha de metal, de madera o de cristal y golpes siempre recibe cuando la entrada prohíbe.
Cuatro patas tiene, así como asiento; de ella me levanto y en ella me siento.
Dicen que tiene y no tiene, mucho pincha, poco retiene.
