Estoy dentro de él
y no puedo entrar en él.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Una señorita de carnes muy blandas, que sin ser enferma siempre está en la cama.
Ruedo y ruedo, y en los bolsillos me quedo.
No soy el sol, tampoco el fuego; pero la casa bien que caliento.
Los tejados protejo y buenas canales dejo.
En el campo soy hallada y al fuego alimento. Donde quiera que soy llevada, es para darme tormento.
Ya ves, ya ves, tan claro que es. No me la adivines de aquí a un mes.
Habla y no tiene boca, oye y no tiene oído, es chiquito y hace ruido, muchas veces se equivoca.
Aunque tengo cuatro patas, yo nunca puedo correr, tengo la comida encima, y no la puedo comer.
Su forma es de pera, aunque es de cristal da luz sin espera para cada cual.
En lo más alto me ponen para que el viento me dé, soy guía para los hombres y siempre estoy de pié.
