Lomos y cabeza tengo
y aunque vestida no estoy,
muy largas faldas mantengo.
más adivinanzas de la naturaleza...
Son mis colores tan brillantes que el cielo alegro en un instante.
Vuela en el aire, pace en la tierra, se posa en los árboles, anda en la mano, se deshace en el horno y se ahoga en el agua.
Desde el día en que nací, corro y corro sin cesar: corro de noche y de día hasta llegar a la mar.
Un convento bien cerrado, sin campanas y sin torres y muchas monjitas dentro, preparan dulces de flores.
Es tan humilde y tan buena que hasta se deja pisar; para el almuerzo y la cena la vaca la va a tomar.
Llevo, sin ser arlequín, de colores mi librea, yo salgo de tarde en tarde y espero siempre a que llueva.
Como una peonza da vueltas al sol, gira que gira, sin tener motor.
¿Qué es, qué es, que te da en la cara y no lo ves?
Vuela sin alas, silba sin boca, azota sin manos y tú ni lo ves ni lo tocas.
Hay un hijo que hace nacer a la madre que le dio el ser.
