Muchas monjitas en un convento,
visitan las flores y hacen dulces dentro.
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Hay un hijo que hace nacer a la madre que le dio el ser.
Un convento bien cerrado, sin campanas y sin torres y muchas monjitas dentro, preparan dulces de flores.
Cuatro puntos son y para distinguirlos necesitamos del sol.
Viene del cielo, del cielo viene, a unos disgusta y a otros mantiene.
En el cielo soy de agua, en la tierra soy de polvo, en las iglesias de humo y mancha blanca en los ojos.
El cielo y la tierra se van a juntar; la ola y la nube se van a enredar. Vayas donde vayas siempre lo verás, por mucho que andes nunca llegarás.
Él es tío sin sobrinos, a todos calienta igual. Si no sabes de quién hablo, tras la primavera vendrá.
Van y llegan, se llevan lo que traen y lo que traen se llevan
Es una enorme naranja pero de zumo salado, los gajos se le suponen entre un par de meridianos.
En el campo soy hallada y al fuego alimento. Donde quiera que soy llevada, es para darme tormento.
