Muy bonito por delante
y muy feo por detrás;
me transformo a cada instante,
pues imito a los demás.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Cabezón y muy delgado, que se pone siempre negro, después de haber sido frotado.
Aunque músculos no tengo, los techos yo sostengo.
Cuatro patas tiene y no puede andar también cabecera sin saber hablar.
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.
Pino sobre pino, sobre pino, lino, sobre lino, flores y alrededor amores.
Hay un hijo que hace nacer a la madre que le dio el ser.
No soy el sol, tampoco el fuego; pero la casa bien que caliento.
En un cuarto me arrinconan sin acordarse de mí, pero pronto van a buscarme cuando tienen que subir.
Un barbecho bien labrado, ni entra mula, ni entra arado.
Adivíname ésa.
