Nuestra dueña nos coloca
uno a cada lado,
siempre pendientes,
siempre colgados.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Soy de piel o paño gordo y me adhiero a tu cuerpo, para que no pases frío cuando llega el invierno.
De día llenos de carne, de noche con la boca al aire.
Santa con nombre de flor, y, a pesar de este retrato, me confunden con zapato.
No he de darte más razones, sin mi perderías los pantalones.
Dos hermanitos muy igualitos, en llegando a viejecitos abren los ojitos.
Me pisas y no me quejo, me cepillas si me mancho, y con mi hermano gemelo bajo tu cama descanso.
Vivo en el campo y en una ciudad grande, y soy chico pero me usan por igual, si dices mi nombre solo dirás la mitad.
Destacan en las orejas creyéndose independientes, van casi siempre en parejas.
Dos buenas piernas tenemos y no podemos andar, pero el hombre sin nosotros no se puede presentar.
Mi ser por un punto empieza, por un punto ha de acabar, el que mi nombre acierte sólo dirá la mitad.
