Nuestra dueña nos coloca
uno a cada lado,
siempre pendientes,
siempre colgados.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Dos hermanitos muy igualitos, en llegando a viejecitos abren los ojitos.
Con varillas me sostengo y con la lluvia voy y vengo.
Se pone para dormir, aunque no es un camisón, puede ser de lana, seda o algodón.
Hoy cuando me levanté, puse uno en cada pie. Como no son los zapatos, dime tú... ¿qué puede ser?
Ahí vienen dos: uno se moja y el otro no.
Vivo en el campo y en una ciudad grande, y soy chico pero me usan por igual, si dices mi nombre solo dirás la mitad.
Pisados, siempre en el suelo, recibiendo malos tratos, y sin señales de duelo.
Por la noche me lo pongo, por el día me lo quito y en la siesta lo uso un poquito.
Para salir a la esquina ponte pan en el talón y camina.
Me pones y me quitas, me tomas y me dejas, conmigo no tiritas y estoy hecho de madejas.
