Pino sobre pino,
sobre pino, lino,
sobre lino, flores
y alrededor amores.
más adivinanzas de cosas de la casa...
¿Quién pensaréis que yo soy, que cuanto más y más lavo, mucho más sucia me voy?
Si me mojas hago espuma, con ojitos de cristal, y tu cuerpo se perfuma, mientras llega mi final.
Cabecita fría la noche haces día cuando te restriego, cabeza de fuego.
Aunque músculos no tengo, los techos yo sostengo.
Dicen que quien lo tiene es muy gracioso, se sacude en la mesa contra lo soso.
Poseo dientes y ojos y para hacerme trabajar me has de meter en cerrojos.
En la mesa me ponen y sobre mí todos comen.
No pienses que es una col, o que baila el chachachá; búscala sobre tu cama, que yo te la he dicho ya.
Llevo secretos a voces, corriendo por esos mundos y sin que nadie los oiga los doy en unos segundos.
Con mi cara tan cuadrada, lisa o con dibujitos, resignada y por los suelos, me repito, me repito...
