Por la noche me lo pongo,
por el día me lo quito
y en la siesta lo uso un poquito.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Colgada voy por delante y al hombre hago elegante.
Hoy cuando me levanté, puse uno en cada pie. Como no son los zapatos, dime tú... ¿qué puede ser?
Puedes llevarlo en el pelo y, a veces, en los zapatos, se coloca en la cintura y en el rabo de los gatos.
Santa con nombre de flor, y, a pesar de este retrato, me confunden con zapato.
Ahí vienen dos: uno se moja y el otro no.
No me utilizan los patos más me llevan de apellido, con «Z» empieza mi nombre, ¡y ya el resto es pan comido!
Resuélveme este dilema: «soy una, pero soy media».
Tengo copa y no soy árbol, tengo alas y no soy pájaro; protejo del sol a mi amo, en invierno y en verano.
Para salir a la esquina ponte pan en el talón y camina.
Mi padre al cuello la ata y, poco a poco, la aprieta hasta llegar a su meta.