Puede ser de Persia,
puede ser de Ana,
por más que se enrolle,
se ve en la ventana.
más adivinanzas de cosas de la casa...
De nada me sirven, estas cuatro patas, que quieta estoy siempre, sobre mí, el durmiente.
En el campo fui nacida, vestida de verdes ramas, y al pueblo me trajeron, para servir a las damas, a mí todo me regalan, caramelos, miel, melada, mas yo todo lo reparto, porque no sé comer nada.
Su forma es de pera, aunque es de cristal da luz sin espera para cada cual.
Doy vueltas y no soy tiempo, un secreto sé guardar, si no me cuidan, me pierdo. ¿Con mi nombre sabrás dar?
Cabecita fría la noche haces día cuando te restriego, cabeza de fuego.
De mi madre nací yo, sin fundamento de padre, y luego me he muerto yo y de mi nació mi madre.
Tiene agua y no es botijo, está siempre en el jardín. Cada vez que se enrosca, aunque no espanta a una mosca tiene pinta de reptil. ¿Qué será?
En un cuarto me arrinconan sin acordarse de mí, pero pronto van a buscarme cuando tienen que subir.
Es tu favorita cuando sientes frío; la encuentras escrita en el verso mío.
Caja llena de soldados, todos largos y delgados, con gorritos colorados.
