Redondo, redondo,
sin tapa, sin fondo.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
No me utilizan los patos más me llevan de apellido, con «Z» empieza mi nombre, ¡y ya el resto es pan comido!
¡Escapa, escapa! que esto que te digo, aunque no te obligo, te abriga y te tapa.
En las manos de las damas casi siempre estoy metido, unas veces desplegado otras veces recogido.
Vivo en el campo y en una ciudad grande, y soy chico pero me usan por igual, si dices mi nombre solo dirás la mitad.
Me pisas y no me quejo, me cepillas si me mancho, y con mi hermano gemelo bajo tu cama descanso.
Soy de piel o paño gordo y me adhiero a tu cuerpo, para que no pases frío cuando llega el invierno.
Aunque la quite del agua, sigue en agua.
Tamaño de una cazuela, tiene alas y no vuela.
Tengo copa y no soy árbol, tengo alas y no soy pájaro; protejo del sol a mi amo, en invierno y en verano.
Destacan en las orejas creyéndose independientes, van casi siempre en parejas.
