Sin ella en la mano
ni entras ni sales,
ni vas a la calle.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Doy vueltas y no soy tiempo, un secreto sé guardar, si no me cuidan, me pierdo. ¿Con mi nombre sabrás dar?
¿Quién pensaréis que yo soy, que cuanto más y más lavo, mucho más sucia me voy?
Adivíname ésa.
En lo más alto me ponen para que el aire me dé. El aire me zarandea, Y siempre lo miro a él.
En un cuarto me arrinconan sin acordarse de mí, pero pronto van a buscarme cuando tienen que subir.
Aunque al dormir me consultan, nunca suelo contestar.
A la entrada de tu casa algo suena si lo aprietan y tu sales presurosa a abrir deprisa la puerta.
Caja llena de soldados, todos largos y delgados, con gorritos colorados.
Aunque de comida voy cargado, la gente me vacía, y nunca soy tragado.
Poseo dientes y ojos y para hacerme trabajar me has de meter en cerrojos.
