Sin ella en la mano
ni entras ni sales,
ni vas a la calle.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Una caja en tu casa que te sube y que te baja.
De mi madre nací yo, sin fundamento de padre, y luego me he muerto yo y de mi nació mi madre.
En el campo fui nacida, vestida de verdes ramas, y al pueblo me trajeron, para servir a las damas, a mí todo me regalan, caramelos, miel, melada, mas yo todo lo reparto, porque no sé comer nada.
Aunque no hable, lo cuenta todo por cable.
Durante el verano escondido, en el invierno encendido.
Cuando la entrada yo les prohíbo, son muchos golpes los que recibo.
Con mi cara tan cuadrada, lisa o con dibujitos, resignada y por los suelos, me repito, me repito...
Adivíname ésa.
Es un campo colorado con los surcos muy derechos; muy en alto está situado e inclinado de dos lados.
Vivo en alta situación y en continuo movimiento, con exactitud presento del aire la dirección.
