Sin ella en la mano
ni entras ni sales,
ni vas a la calle.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Caja llena de soldados, todos largos y delgados, con gorritos colorados.
En el campo soy hallada y al fuego alimento. Donde quiera que soy llevada, es para darme tormento.
Ni corre, ni vuela, pero siempre te precede, cuando vas o cuando llegas.
Un barbecho bien labrado, ni entra mula, ni entra arado.
Sale de la sala, entra en la cocina, meneando la cola como una gallina.
Tiene un ojo y nada ve, por abrir no es cosa dura, sin embargo por cerrar, sí que cierra y sí que es dura.
Tengo dientes y no muerdo, desenredo con cuidado, caminos abro en tu pelo, ya sea liso o rizado.
Lo usa el tendero para comer, lo lleva entero si sabes leer.
En el campo fui nacida, vestida de verdes ramas, y al pueblo me trajeron, para servir a las damas, a mí todo me regalan, caramelos, miel, melada, mas yo todo lo reparto, porque no sé comer nada.
A la entrada de tu casa algo suena si lo aprietan y tu sales presurosa a abrir deprisa la puerta.
