Soy de cabeza redonda
y me sostengo en un solo pie.
Soy de tal fortaleza
que a Dios hombre sujeté.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Quien me mira se refleja así nadie tendrá una queja.
Cuando la entrada yo les prohíbo, son muchos golpes los que recibo.
Aunque yo nunca me mueva por mí suben, por mi bajan; soy de diversas materias y mi utilidad la halagan.
Siempre andamos por el suelo de alcobas y de salones y en historias orientales hasta hacemos algún vuelo.
Cuatro patas tiene y no puede andar también cabecera sin saber hablar.
Todos me buscan, para descansar, si ya te lo he dicho, no lo pienses más.
Es venta y no se vende, es Ana, pero no es gente.
Aunque músculos no tengo, los techos yo sostengo.
Poseo dientes y ojos y para hacerme trabajar me has de meter en cerrojos.
Está hecha de metal, de madera o de cristal y golpes siempre recibe cuando la entrada prohíbe.
