adivinanzas para niños

Tengo lecho
y no me acuesto
tengo curso
sin ser maestro.

 

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Desde el día en que nací, corro y corro sin cesar: corro de noche y de día hasta llegar a la mar.

Alto, alto, como un pino, pesa menos que un comino.

Girando toda su vida, toda su vida girando y no aprendió a ser más rápida da una vuelta y tarda un día, da otra vuelta y tarda un año.

Como una peonza da vueltas al sol, gira que gira, sin tener motor.

En el cielo soy de agua, en la tierra soy de polvo, en las iglesias de humo y mancha blanca en los ojos.

Como el algodón suelo en el aire flotar, a veces otorgo lluvia y otras, sólo humedad.

Vuela en el aire, pace en la tierra, se posa en los árboles, anda en la mano, se deshace en el horno y se ahoga en el agua.

No ves el sol, no ves la luna, y si está en el cielo no ves cosa alguna.

Es una enorme naranja pero de zumo salado, los gajos se le suponen entre un par de meridianos.

Son mis colores tan brillantes que el cielo alegro en un instante.