Tengo un tabique en el medio
y dos ventanas a los lados
por las que entra el aire puro
y sale el ya respirado.
más adivinanzas del cuerpo humano...
Son dos cortinas en dos ventanitas que bajando ocultan dos niñas bonitas.
Pozo hondo, soga larga, y si no se dobla no alcanza.
Dos niñas asomaditas, cada una a su ventana, lo ven y lo cuentan todo, sin decir una palabra.
Parecen persianas, que suben y bajan.
¿Quién seré yo que encerrada soy donde quiera que voy, me encuentro siempre mojada y al cielo pegada estoy.
Aunque sepas ésto, mago no serás, si no sabes dónde, lo digerirás.
Hay en la plaza nueva un monte, y en él dos cuevas. Más abajo un pozo hondo que tiene el brocal rojo. Altas ventanas, iguales, y en ellas, dos niñas bellas que, a través de los cristales, todo lo ven y lo observan.
Dicen que son de dos, pero siempre son de una.
Del nogal vengo, y en el cuello del hombre, me cuelgo.
Ordenes da, órdenes recibe, algunas autoriza, otras prohíbe.
