Todos me esperan
pero nunca llego,
porque cuando llego
yo desaparezco.
más adivinanzas sobre el tiempo...
Estoy condenado a un año y un día; si esto es cada cuatro, ¿mi nombre, sabrías?
En un castillo redondo, doce caballeros de guardia están; un flaco lancero y un gordo escudero, marchan al compás.
Tengo agujas y no sé coser, tengo números y no sé leer.
Me hallo en los escritorios y en las casas comerciales, todos me miran quien soy para ver lo que contengo. Mis días están contados y el día que voy a morir ya se sabe de antemano.
De siete en siete vamos cogiditos de las manos.
Doce señoritas en un mirador, todas tienen medias y zapatos no.
Juntos dos en un borrico, ambos andan a la par, doce leguas anda uno y una el otro nada más.
Todos me esperan pero nunca llego, porque cuando llego yo desaparezco.
Quién es un viejo ligero, que es de cuatro movimientos puestos en doce cimientos, que, a cualquier pasajero, da más penas que contentos.
Doce caballeros, nacidos del sol, todos mueren antes de los treinta y dos.
