Un barbecho
bien labrado,
ni entra mula,
ni entra arado.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Cabecita fría la noche haces día cuando te restriego, cabeza de fuego.
Dicen que quien lo tiene es muy gracioso, se sacude en la mesa contra lo soso.
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.
Estoy dentro de él y no puedo entrar en él.
Yo tengo calor y frío, y no frío sin calor, y sin ser ni mar ni río, peces en mí he visto yo.
Que timbre y número tenga y en verdad portal no sea es cierto, y el que desea hablar por él, no lo cuelga.
Sin ella en la mano ni entras ni sales, ni vas a la calle.
En la mesa me ponen y sobre mí todos comen.
Es tu favorita cuando sientes frío; la encuentras escrita en el verso mío.
Te lo digo y no me entiendes, no tengo boca y si tengo dientes
