Una caja en tu casa
que te sube y que te baja.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Es verdad que tú le miras, es mentira que te ve, sois iguales uno al otro, está claro que eres él.
Un animalito con cuatro dientes, que nos trae comida muy diligente.
No soy el sol, tampoco el fuego; pero la casa bien que caliento.
Adivíname ésa.
Con mi cara tan cuadrada, lisa o con dibujitos, resignada y por los suelos, me repito, me repito...
La cara que yo acaricio, dejo de seda al momento, porque ni un pelo se resiste a mi marcha, ¡buen invento!
Sale de la sala, entra en la cocina, meneando la cola como una gallina.
Vivo en alta situación y en continuo movimiento, con exactitud presento del aire la dirección.
Es tu favorita cuando sientes frío; la encuentras escrita en el verso mío.
Aunque no hable, lo cuenta todo por cable.