Vengo al mundo a trabajar,
y tengo tan mala suerte,
que todos me pinchan el culo,
y yo no me puedo quejar.
más adivinanzas de costura y plancha...
Dama da, dama deja, y no se queja de lo que deja.
Cuando pasa ¡cómo pisa!, deja rasa la camisa.
Pico sin tener enojos y, sin nacer, soy de corte, pero muchos, con arrojos, los dedos, viendo mi porte, me los meten por los ojos.
Primero ciega, luego pincha y todo une mientras camina.
De mi ojo cuelga un hilo largo, que une las telas y hace las prendas.
Te la digo, te la digo, te la vuelvo a repetir; te la digo veinte veces y no me la sabes decir.
Una cosa que no es cosa y lo es.
Yo con mi hermana gemela andamos siempre al compás, con la boca por delante y los ojos por detrás.
Cuando me caliento hasta los talones aliso camisas y pantalones.
Vengo al mundo a trabajar, y tengo tan mala suerte, que todos me pinchan el culo, y yo no me puedo quejar.
