Vengo al mundo a trabajar,
y tengo tan mala suerte,
que todos me pinchan el culo,
y yo no me puedo quejar.
más adivinanzas de costura y plancha...
Pequeños, redondos, con agujeritos, valemos muy poco, solos o juntitos, mas de nosotros depende el buen vestir de la gente.
Tengo pie y no tengo boca, hilo meto, hilo asomo, tengo dientes y no como.
Dos hermanas diligentes que caminan al compás, con el pico por delante y los ojos por detrás.
Y lo es, y lo es y no me lo adivinas en un mes.
Vengo al mundo a trabajar, y tengo tan mala suerte, que todos me pinchan el culo, y yo no me puedo quejar.
Verde fue mi nacimiento y amarillo fue mi abril; tuve que ponerme blanco para poderte servir.
Si bien empiezo con bo, no soy bota ni botijo, ¡bobo, tonto!, ¡qué lo he dicho!
De mi ojo cuelga un hilo largo, que une las telas y hace las prendas.
Pico sin tener enojos y, sin nacer, soy de corte, pero muchos, con arrojos, los dedos, viendo mi porte, me los meten por los ojos.
Largo, largo, como un camino y cabe en un «pucherino».