Dos buenas piernas tenemos
y no podemos andar,
pero el hombre sin nosotros
no se puede presentar.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Por la noche me lo pongo, por el día me lo quito y en la siesta lo uso un poquito.
Hoy cuando me levanté, puse uno en cada pie. Como no son los zapatos, dime tú... ¿qué puede ser?
Con dos patas encorvadas y dos amplios ventanales quitan sol o dan visión según sean sus cristales.
Tengo corazón sin ser persona, tengo bata sin ser mujer. y el hombre elegante me lleva delante.
Resuélveme este dilema: «soy una, pero soy media».
Me pones y me quitas, me tomas y me dejas, conmigo no tiritas y estoy hecho de madejas.
Nuestra dueña nos coloca uno a cada lado, siempre pendientes, siempre colgados.
Tengo cinco habitaciones, en cada una un inquilino, en invierno cuando hace frío, están todos calentitos.
Vivo en el campo y en una ciudad grande, y soy chico pero me usan por igual, si dices mi nombre solo dirás la mitad.
Mi padre al cuello la ata y, poco a poco, la aprieta hasta llegar a su meta.