No he de darte más razones,
sin mi perderías los pantalones.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Juntos, en ovillo, duermen los mellizos; cuando se separan, estirados andan.
Con dos patas encorvadas y dos amplios ventanales quitan sol o dan visión según sean sus cristales.
Vivo en el campo y en una ciudad grande, y soy chico pero me usan por igual, si dices mi nombre solo dirás la mitad.
Dos guaridas cálidas con sus escondrijos, para dos hermanas y sus quintillizos.
Santa con nombre de flor, y, a pesar de este retrato, me confunden con zapato.
Tengo copa y no soy árbol, tengo alas y no soy pájaro; protejo del sol a mi amo, en invierno y en verano.
Hoy cuando me levanté, puse uno en cada pie. Como no son los zapatos, dime tú... ¿qué puede ser?
Aunque las adornamos a ellas cuando no tenemos carreras, la gente tiene manía de no llamarnos enteras.
Tengo corazón sin ser persona, tengo bata sin ser mujer. y el hombre elegante me lleva delante.
No he de darte más razones, sin mi perderías los pantalones.