Pisados, siempre en el suelo,
recibiendo malos tratos,
y sin señales de duelo.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Por la noche me lo pongo, por el día me lo quito y en la siesta lo uso un poquito.
Tamaño de una cazuela, tiene alas y no vuela.
Tengo cinco habitaciones, en cada una un inquilino, en invierno cuando hace frío, están todos calentitos.
En las manos de las damas casi siempre estoy metido, unas veces desplegado otras veces recogido.
¡Escapa, escapa! que esto que te digo, aunque no te obligo, te abriga y te tapa.
Para salir a la esquina ponte pan en el talón y camina.
Con dos patas encorvadas y dos amplios ventanales quitan sol o dan visión según sean sus cristales.
Hoy cuando me levanté, puse uno en cada pie. Como no son los zapatos, dime tú... ¿qué puede ser?
Redondito, redondón, no tiene tapa ni tapón.
Chiquito, redondo, barrilito sin fondo.
