Aquí estamos doce hermanos;
yo, que el segundo nací,
soy el menor entre todos:
¿Cómo puede ser así?
más adivinanzas sobre el tiempo...
Nos llegan muy de mañana y se van mucho después, regresan cada semana y cuatro veces al mes.
Para unos soy muy corto; para otros, regular; para los tristes muy largo; para Dios, la eternidad.
Quién es un viejo ligero, que es de cuatro movimientos puestos en doce cimientos, que, a cualquier pasajero, da más penas que contentos.
Tengo agujas y no sé coser, tengo números y no sé leer.
Como te cases o te embarques en este día fatal, todo te saldrá mal.
Todos me esperan pero nunca llego, porque cuando llego yo desaparezco.
Brazos tengo desiguales y a mi ritmo se mueven los mortales.
¿Qué día será, que entre el sábado y el lunes está?
De siete en siete vamos cogiditos de las manos.
Me hallo en los escritorios y en las casas comerciales, todos me miran quien soy para ver lo que contengo. Mis días están contados y el día que voy a morir ya se sabe de antemano.