Como conoce la clave,
gira por su laberinto
y deja entrar al recinto.
más adivinanzas de cosas de la casa...
En lo más alto me ponen para que el aire me dé. El aire me zarandea, Y siempre lo miro a él.
Una caja en tu casa que te sube y que te baja.
Si me mojas hago espuma, con ojitos de cristal, y tu cuerpo se perfuma, mientras llega mi final.
Adivíname ésa.
Sube llena, baja vacía, y si no se da prisa, la sopa se enfría,
Es venta y no se vende, es Ana, pero no es gente.
Aunque no hable, lo cuenta todo por cable.
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.
Es tu favorita cuando sientes frío; la encuentras escrita en el verso mío.
Tengo dientes y no muerdo, desenredo con cuidado, caminos abro en tu pelo, ya sea liso o rizado.