Doy vueltas y no soy tiempo,
un secreto sé guardar,
si no me cuidan, me pierdo.
¿Con mi nombre sabrás dar?
más adivinanzas de cosas de la casa...
Del techo al suelo, cortada y fina, tela con vuelo.
Poseo dientes y ojos y para hacerme trabajar me has de meter en cerrojos.
Fui a la plaza y compré un negrito. Llegué a la casa y se puso coloradito. ¿Qué es?
Una señorita de carnes muy blandas, que sin ser enferma siempre está en la cama.
Siempre andamos por el suelo de alcobas y de salones y en historias orientales hasta hacemos algún vuelo.
Aunque al dormir me consultan, nunca suelo contestar.
Lámina que no se ve y nos protege del viento. Aunque la atraviesa el sol, se empaña con el aliento.
Quien me mira se refleja así nadie tendrá una queja.
Tiene agua y no es botijo, está siempre en el jardín. Cada vez que se enrosca, aunque no espanta a una mosca tiene pinta de reptil. ¿Qué será?
Aunque tengo cuatro patas, yo nunca puedo correr, tengo la comida encima, y no la puedo comer.