Una caja en tu casa
que te sube y que te baja.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Cuando te veo me ves, cuando me ves te veo, y no te parezco feo.
Habla y no tiene boca, oye y no tiene oído, es chiquito y hace ruido, muchas veces se equivoca.
No soy el sol, tampoco el fuego; pero la casa bien que caliento.
Golpe va, golpe viene y en su puesto se mantiene.
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.
Es un campo colorado con los surcos muy derechos; muy en alto está situado e inclinado de dos lados.
Con mi cara tan cuadrada, lisa o con dibujitos, resignada y por los suelos, me repito, me repito...
Sube llena, baja vacía, y si no se da prisa, la sopa se enfría,
Es verdad que tú le miras, es mentira que te ve, sois iguales uno al otro, está claro que eres él.
Muchos golpes recibe cuando a la gente, la entrada prohíbe.