Lámina que no se ve
y nos protege del viento.
Aunque la atraviesa el sol,
se empaña con el aliento.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Muchos golpes recibe cuando a la gente, la entrada prohíbe.
Llevo secretos a voces, corriendo por esos mundos y sin que nadie los oiga los doy en unos segundos.
Siempre andamos por el suelo de alcobas y de salones y en historias orientales hasta hacemos algún vuelo.
Dicen que quien lo tiene es muy gracioso, se sacude en la mesa contra lo soso.
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.
Es un campo colorado con los surcos muy derechos; muy en alto está situado e inclinado de dos lados.
Es venta y no se vende, es Ana, pero no es gente.
Su forma es de pera, aunque es de cristal da luz sin espera para cada cual.
Vivo en alta situación y en continuo movimiento, con exactitud presento del aire la dirección.
Con patas y espalda, no se mueve ni anda.
