Lámina que no se ve
 y nos protege del viento.
 Aunque la atraviesa el sol,
 se empaña con el aliento.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Aunque yo nunca me mueva por mí suben, por mi bajan; soy de diversas materias y mi utilidad la halagan.
Muy bonito por delante y muy feo por detrás; me transformo a cada instante, pues imito a los demás.
Llevo secretos a voces, corriendo por esos mundos y sin que nadie los oiga los doy en unos segundos.
Es venta y no se vende, es Ana, pero no es gente.
Estoy dentro de él y no puedo entrar en él.
Un animalito con cuatro dientes, que nos trae comida muy diligente.
Ruedo y ruedo, y en los bolsillos me quedo.
Un campo bien labrado no gasta reja ni arado.
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.
Siempre andamos por el suelo de alcobas y de salones y en historias orientales hasta hacemos algún vuelo.

 
  
  
 