Puede ser de Persia,
puede ser de Ana,
por más que se enrolle,
se ve en la ventana.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Que timbre y número tenga y en verdad portal no sea es cierto, y el que desea hablar por él, no lo cuelga.
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.
Llevo secretos a voces, corriendo por esos mundos y sin que nadie los oiga los doy en unos segundos.
Fui a la plaza y compré un negrito. Llegué a la casa y se puso coloradito. ¿Qué es?
Soy de cabeza redonda y me sostengo en un solo pie. Soy de tal fortaleza que a Dios hombre sujeté.
Tiene agua y no es botijo, está siempre en el jardín. Cada vez que se enrosca, aunque no espanta a una mosca tiene pinta de reptil. ¿Qué será?
Es una caja habladora, que vive en todas las casas, y se calla a muy alta hora.
Caja llena de soldados, todos largos y delgados, con gorritos colorados.
Dicen que tiene y no tiene, mucho pincha, poco retiene.
Aunque al dormir me consultan, nunca suelo contestar.