No pienses que es una col,
o que baila el chachachá;
búscala sobre tu cama,
que yo te la he dicho ya.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Ruedo y ruedo, y en los bolsillos me quedo.
En el campo soy hallada y al fuego alimento. Donde quiera que soy llevada, es para darme tormento.
Ya ves, ya ves, tan claro que es. No me la adivines de aquí a un mes.
Soy de cabeza redonda y me sostengo en un solo pie. Soy de tal fortaleza que a Dios hombre sujeté.
A la entrada de tu casa algo suena si lo aprietan y tu sales presurosa a abrir deprisa la puerta.
Quien me mira se refleja así nadie tendrá una queja.
Aunque músculos no tengo, los techos yo sostengo.
Golpe va, golpe viene y en su puesto se mantiene.
Cuatro patas tiene, así como asiento; de ella me levanto y en ella me siento.
Ni corre, ni vuela, pero siempre te precede, cuando vas o cuando llegas.