Sube llena,
baja vacía,
y si no se da prisa,
la sopa se enfría,
más adivinanzas de cosas de la casa...
Con mi cara tan cuadrada, lisa o con dibujitos, resignada y por los suelos, me repito, me repito...
No soy el sol, tampoco el fuego; pero la casa bien que caliento.
Ya ves, ya ves, tan claro que es. No me la adivines de aquí a un mes.
Aunque tengo cuatro patas, yo nunca puedo correr, tengo la comida encima, y no la puedo comer.
Aunque de comida voy cargado, la gente me vacía, y nunca soy tragado.
Del techo al suelo, cortada y fina, tela con vuelo.
Golpe va, golpe viene y en su puesto se mantiene.
Cabezón y muy delgado, que se pone siempre negro, después de haber sido frotado.
¿Que le pones a una caja que la hace más ligera?
¿Quién será la desvelada, lo puedes tú discurrir? día y noche está acostada y no se puede dormir.