Aunque de comida voy cargado,
la gente me vacía,
y nunca soy tragado.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Siempre andamos por el suelo de alcobas y de salones y en historias orientales hasta hacemos algún vuelo.
En el buen tiempo a nadie marea, en cuanto llueve repiquetea.
La cara que yo acaricio, dejo de seda al momento, porque ni un pelo se resiste a mi marcha, ¡buen invento!
Puede ser de Persia, puede ser de Ana, por más que se enrolle, se ve en la ventana.
En el campo soy hallada y al fuego alimento. Donde quiera que soy llevada, es para darme tormento.
Poseo dientes y ojos y para hacerme trabajar me has de meter en cerrojos.
Cuando la entrada yo les prohíbo, son muchos golpes los que recibo.
Con mi cara tan cuadrada, lisa o con dibujitos, resignada y por los suelos, me repito, me repito...
Los tejados protejo y buenas canales dejo.
Pino sobre pino, sobre pino, lino, sobre lino, flores y alrededor amores.