En un cuarto me arrinconan
sin acordarse de mí,
pero pronto van a buscarme
cuando tienen que subir.
más adivinanzas de cosas de la casa...
De nada me sirven, estas cuatro patas, que quieta estoy siempre, sobre mí, el durmiente.
Cabezón y muy delgado, que se pone siempre negro, después de haber sido frotado.
Vivo en alta situación y en continuo movimiento, con exactitud presento del aire la dirección.
Una caja en tu casa que te sube y que te baja.
Ni corre, ni vuela, pero siempre te precede, cuando vas o cuando llegas.
Es un campo colorado con los surcos muy derechos; muy en alto está situado e inclinado de dos lados.
En un cuarto me arrinconan sin acordarse de mí, pero pronto van a buscarme cuando tienen que subir.
La cara que yo acaricio, dejo de seda al momento, porque ni un pelo se resiste a mi marcha, ¡buen invento!
Su forma es de pera, aunque es de cristal da luz sin espera para cada cual.
Aunque de comida voy cargado, la gente me vacía, y nunca soy tragado.