Alto, alto, como un pino,
pesa menos que un comino.
más adivinanzas de la naturaleza...
En mí se mueren los ríos, y por mí los barcos van, muy breve es el nombre mío, tres letras tiene no más.
Desde el día en que nací, corro y corro sin cesar: corro de noche y de día hasta llegar a la mar.
Vuela en el aire, pace en la tierra, se posa en los árboles, anda en la mano, se deshace en el horno y se ahoga en el agua.
Kilómetros mido, hectolitros llevo, kilovatios doy, hectáreas mantengo.
El cielo y la tierra se van a juntar; la ola y la nube se van a enredar. Vayas donde vayas siempre lo verás, por mucho que andes nunca llegarás.
Hay un hijo que hace nacer a la madre que le dio el ser.
Nicanor tenía un barco y con él surcaba el río; ¿era este un barco pequeño o este era un gran navío? Lee despacio, Encarnación, y hallarás la solución.
Como una peonza da vueltas al sol, gira que gira, sin tener motor.
Él es tío sin sobrinos, a todos calienta igual. Si no sabes de quién hablo, tras la primavera vendrá.
No ves el sol, no ves la luna, y si está en el cielo no ves cosa alguna.
