adivinanzas para niños

Muchas monjitas en un convento,
visitan las flores y hacen dulces dentro.

 

más adivinanzas de la naturaleza...

Nazco y muero sin cesar; sigo no obstante existiendo, y, sin salir de mi lecho, me encuentro siempre corriendo.

En el cielo soy de agua, en la tierra soy de polvo, en las iglesias de humo y mancha blanca en los ojos.

En mí se mueren los ríos, y por mí los barcos van, muy breve es el nombre mío, tres letras tiene no más.

Como una peonza da vueltas al sol, gira que gira, sin tener motor.

Tengo lecho y no me acuesto tengo curso sin ser maestro.

Soy una bola grandota, que gira constantemente, y que desea saber, dónde meter tanta gente. Si ya sabes quien soy yo eres muy inteligente.

Desde el día en que nací, corro y corro sin cesar: corro de noche y de día hasta llegar a la mar.

Es tan humilde y tan buena que hasta se deja pisar; para el almuerzo y la cena la vaca la va a tomar.

Es una enorme naranja pero de zumo salado, los gajos se le suponen entre un par de meridianos.

En el campo soy hallada y al fuego alimento. Donde quiera que soy llevada, es para darme tormento.