Aunque de comida voy cargado,
la gente me vacía,
y nunca soy tragado.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Quien me mira se refleja así nadie tendrá una queja.
De nada me sirven, estas cuatro patas, que quieta estoy siempre, sobre mí, el durmiente.
Una señorita de carnes muy blandas, que sin ser enferma siempre está en la cama.
Del techo al suelo, cortada y fina, tela con vuelo.
¿Quién pensaréis que yo soy, que cuanto más y más lavo, mucho más sucia me voy?
Ruedo y ruedo, y en los bolsillos me quedo.
Sube llena, baja vacía, y si no se da prisa, la sopa se enfría,
Ni corre, ni vuela, pero siempre te precede, cuando vas o cuando llegas.
Cuerpo de palo, cabeza de color, me encienden con cuidado y doy mucho calor. ¿Qué es ?
Ya ves, ya ves, tan claro que es. No me la adivines de aquí a un mes.
