Con mi cara tan cuadrada,
lisa o con dibujitos,
resignada y por los suelos,
me repito, me repito…
más adivinanzas de cosas de la casa...
La cara que yo acaricio, dejo de seda al momento, porque ni un pelo se resiste a mi marcha, ¡buen invento!
En el campo fui nacida, vestida de verdes ramas, y al pueblo me trajeron, para servir a las damas, a mí todo me regalan, caramelos, miel, melada, mas yo todo lo reparto, porque no sé comer nada.
En la mesa me ponen y sobre mí todos comen.
En invierno se usa porque da calor en verano estorba y se echa al rincón.
Un animalito con cuatro dientes, que nos trae comida muy diligente.
Lo usa el tendero para comer, lo lleva entero si sabes leer.
Es un campo colorado con los surcos muy derechos; muy en alto está situado e inclinado de dos lados.
Es verdad que tú le miras, es mentira que te ve, sois iguales uno al otro, está claro que eres él.
Fui a la plaza y compré un negrito. Llegué a la casa y se puso coloradito. ¿Qué es?
Soy de cabeza redonda y me sostengo en un solo pie. Soy de tal fortaleza que a Dios hombre sujeté.