Cuatro patas tiene,
así como asiento;
de ella me levanto
y en ella me siento.
más adivinanzas de cosas de la casa...
No soy el sol, tampoco el fuego; pero la casa bien que caliento.
Sale de la sala, entra en la cocina, meneando la cola como una gallina.
En un cuarto me arrinconan sin acordarse de mí, pero pronto van a buscarme cuando tienen que subir.
Sube llena, baja vacía, y si no se da prisa, la sopa se enfría,
Aunque soy iluminada siempre me tienen colgada.
Dicen que tiene y no tiene, mucho pincha, poco retiene.
En lo más alto me ponen para que el viento me dé, soy guía para los hombres y siempre estoy de pié.
Tengo patas bien derechas, mas no me puedo mover, llevo a cuestas la comida y no la puedo comer.
En el campo fui nacida, vestida de verdes ramas, y al pueblo me trajeron, para servir a las damas, a mí todo me regalan, caramelos, miel, melada, mas yo todo lo reparto, porque no sé comer nada.
No pienses que es una col, o que baila el chachachá; búscala sobre tu cama, que yo te la he dicho ya.
