Cuatro patas tiene,
así como asiento;
de ella me levanto
y en ella me siento.
más adivinanzas de cosas de la casa...
De nada me sirven, estas cuatro patas, que quieta estoy siempre, sobre mí, el durmiente.
Aunque yo nunca me mueva por mí suben, por mi bajan; soy de diversas materias y mi utilidad la halagan.
Una caja en tu casa que te sube y que te baja.
Aunque de comida voy cargado, la gente me vacía, y nunca soy tragado.
Lo usa el tendero para comer, lo lleva entero si sabes leer.
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.
En la mesa me ponen y sobre mí todos comen.
Aunque tengo cuatro patas, yo nunca puedo correr, tengo la comida encima, y no la puedo comer.
¿Que le pones a una caja que la hace más ligera?
Aunque músculos no tengo, los techos yo sostengo.
