De pergaminos, o sedas,
o papel hechos estamos;
en verano gusto damos;
las manos han de estar quedas,
si es que nuestro oficio usamos.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Pisados, siempre en el suelo, recibiendo malos tratos, y sin señales de duelo.
Aunque las adornamos a ellas cuando no tenemos carreras, la gente tiene manía de no llamarnos enteras.
En tus manos estoy limpio, en tus ventanas me ensucio, si sucio, me ponen limpio, si limpio, me ponen sucio.
Redondito, redondón, no tiene tapa ni tapón.
Ahí vienen dos: uno se moja y el otro no.
Soy de piel o paño gordo y me adhiero a tu cuerpo, para que no pases frío cuando llega el invierno.
Vivo en el campo y en una ciudad grande, y soy chico pero me usan por igual, si dices mi nombre solo dirás la mitad.
Redondo, redondo, sin tapa, sin fondo.
Rodeo cuellos y cuellos, tanto de ellas como de ellos.
Nuestra dueña nos coloca uno a cada lado, siempre pendientes, siempre colgados.
