Del techo al suelo,
cortada y fina,
tela con vuelo.
más adivinanzas de cosas de la casa...
No soy el sol, tampoco el fuego; pero la casa bien que caliento.
A la entrada de tu casa algo suena si lo aprietan y tu sales presurosa a abrir deprisa la puerta.
Los tejados protejo y buenas canales dejo.
Sale de la sala, entra en la cocina, meneando la cola como una gallina.
Pequeña como una pera y alumbra la casa entera.
En los baños suelo estar, aunque provengo del mar.
Cuando te veo me ves, cuando me ves te veo, y no te parezco feo.
Es venta y no se vende, es Ana, pero no es gente.
Cuatro patas tiene, así como asiento; de ella me levanto y en ella me siento.
Caja llena de soldados, todos largos y delgados, con gorritos colorados.
