Dos hermanos sonrosados,
juntos en silencio están,
pero siempre necesitan
separarse para hablar.
más adivinanzas del cuerpo humano...
Unas son redondas, otras ovaladas, unas piensan mucho, otras casi nada.
Una capilla llena de gente y un capellán en medio que predica siempre
Formamos, como soldados, en una fila y somos carniceros toda la vida
Entre dos murallas blancas hay una flor colorada, que con lluvia o con buen tiempo, está siempre bien mojada.
Aunque sepas ésto, mago no serás, si no sabes dónde, lo digerirás.
En un huerto no muy llano hay dos cristalinas fuentes, no está a gusto el hortelano, cuando crecen las corrientes.
Tengo un tabique en el medio y dos ventanas a los lados por las que entra el aire puro y sale el ya respirado.
Al revolver una esquina me encontré con un convento, las monjas vestidas de blanco, la superiora en el centro, más arriba dos ventanas, más todavía un par de espejos y en lo más alto la plaza donde pasean los caballeros.
Enfundados siempre van y hay que tener cuidado con las patadas que dan.
Al dar la vuelta a la esquina tropecé con un convento, las monjas iban de blanco y el sacristán en el centro.
