En las manos de las damas
casi siempre estoy metido,
unas veces desplegado
otras veces recogido.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Juntos, en ovillo, duermen los mellizos; cuando se separan, estirados andan.
Ani lloró todo el día; perdió lo que más quería
No he de darte más razones, sin mi perderías los pantalones.
Tamaño de una cazuela, tiene alas y no vuela.
Aunque la quite del agua, sigue en agua.
Mi ser por un punto empieza, por un punto ha de acabar, el que mi nombre acierte sólo dirá la mitad.
¡Escapa, escapa! que esto que te digo, aunque no te obligo, te abriga y te tapa.
Guardado en invierno, lo luzco en verano, es mi único traje en sitios de baño.
Vivo en el campo y en una ciudad grande, y soy chico pero me usan por igual, si dices mi nombre solo dirás la mitad.
Resuélveme este dilema: «soy una, pero soy media».
