En las manos de las damas
casi siempre estoy metido,
unas veces desplegado
otras veces recogido.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Hoy cuando me levanté, puse uno en cada pie. Como no son los zapatos, dime tú... ¿qué puede ser?
Una piel que es otra piel, una mano que no es mano y el frío se aguanta bien.
Puedes llevarlo en el pelo y, a veces, en los zapatos, se coloca en la cintura y en el rabo de los gatos.
Dos guaridas cálidas con sus escondrijos, para dos hermanas y sus quintillizos.
Para salir a la esquina ponte pan en el talón y camina.
Ani lloró todo el día; perdió lo que más quería
Con dos patas encorvadas y dos amplios ventanales quitan sol o dan visión según sean sus cristales.
Por la noche me lo pongo, por el día me lo quito y en la siesta lo uso un poquito.
No he de darte más razones, sin mi perderías los pantalones.
No me utilizan los patos más me llevan de apellido, con «Z» empieza mi nombre, ¡y ya el resto es pan comido!
