En las manos de las damas
casi siempre estoy metido,
unas veces desplegado
otras veces recogido.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Una copa redonda y negra, boca arriba está vacía, boca abajo está llena.
Una piel que es otra piel, una mano que no es mano y el frío se aguanta bien.
Mi padre al cuello la ata y, poco a poco, la aprieta hasta llegar a su meta.
De pergaminos, o sedas, o papel hechos estamos; en verano gusto damos; las manos han de estar quedas, si es que nuestro oficio usamos.
Tamaño de una cazuela, tiene alas y no vuela.
El pie tapo al instante igual que si fuera un guante.
Aunque la quite del agua, sigue en agua.
Se pone para dormir, aunque no es un camisón, puede ser de lana, seda o algodón.
Tengo corazón sin ser persona, tengo bata sin ser mujer. y el hombre elegante me lleva delante.
Tengo cinco habitaciones, en cada una un inquilino, en invierno cuando hace frío, están todos calentitos.
