En las manos de las damas
casi siempre estoy metido,
unas veces desplegado
otras veces recogido.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Soy de piel o paño gordo y me adhiero a tu cuerpo, para que no pases frío cuando llega el invierno.
Tamaño de una cazuela, tiene alas y no vuela.
Dos buenas piernas tenemos y no podemos andar, pero el hombre sin nosotros no se puede presentar.
Con varillas me sostengo y con la lluvia voy y vengo.
De día llenos de carne, de noche con la boca al aire.
Por la noche me lo pongo, por el día me lo quito y en la siesta lo uso un poquito.
Una piel que es otra piel, una mano que no es mano y el frío se aguanta bien.
Mi padre al cuello la ata y, poco a poco, la aprieta hasta llegar a su meta.
Ahí vienen dos: uno se moja y el otro no.
Me lleváis, me traéis, y si sois nuevos quizás me mordéis.
