Es un campo colorado
con los surcos muy derechos;
muy en alto está situado
e inclinado de dos lados.
más adivinanzas de cosas de la casa...
De nada me sirven, estas cuatro patas, que quieta estoy siempre, sobre mí, el durmiente.
Aunque de comida voy cargado, la gente me vacía, y nunca soy tragado.
Me compran para dormir y me encanta sacudir. ¿Qué soy?
En el campo fui nacida, vestida de verdes ramas, y al pueblo me trajeron, para servir a las damas, a mí todo me regalan, caramelos, miel, melada, mas yo todo lo reparto, porque no sé comer nada.
En lo más alto me ponen para que el aire me dé. El aire me zarandea, Y siempre lo miro a él.
En un cuarto me arrinconan sin acordarse de mí, pero pronto van a buscarme cuando tienen que subir.
Aunque músculos no tengo, los techos yo sostengo.
Sin ella en la mano ni entras ni sales, ni vas a la calle.
Del techo al suelo, cortada y fina, tela con vuelo.
Es venta y no se vende, es Ana, pero no es gente.
