Estoy condenado
a un año y un día;
si esto es cada cuatro,
¿mi nombre, sabrías?
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En un castillo redondo, doce caballeros de guardia están; un flaco lancero y un gordo escudero, marchan al compás.
Dos hermanas en la plaza, ambas marchan a la par, si una da doce vueltas, la otra una, nada más.
Estoy condenado a un año y un día; si esto es cada cuatro, ¿mi nombre, sabrías?
¿Qué cosa, qué cosa es? que vuela sin tener alas, y corre sin tener pies.
Corre más que un ciclista, nunca da marcha atrás, si lo pierdes de vista, ¡cómo envejecerás!
Soy un caballero muy aseñorado, tengo doce damas para mi regalo, todas van en coche y gastan sus cuartos, todas usan medias, pero no zapatos.
Doce caballeros, nacidos del sol, todos mueren antes de los treinta y dos.
Nos llegan muy de mañana y se van mucho después, regresan cada semana y cuatro veces al mes.
Un árbol con doce ramas, cada rama, cuatro nidos; cada nido, siete pájaros: cada cual con su apellido.
De siete en siete vamos cogiditos de las manos.
