Estoy condenado
a un año y un día;
si esto es cada cuatro,
¿mi nombre, sabrías?
más adivinanzas sobre el tiempo...
Nos llegan muy de mañana y se van mucho después, regresan cada semana y cuatro veces al mes.
Aquí estamos doce hermanos; yo, que el segundo nací, soy el menor entre todos: ¿Cómo puede ser así?
Cada año nazco gordito y cada año me muero flaquito. ¿Qué soy?
Los siete son hermanitos y viven un solo día: cuando uno nace otro muere, y así se pasan la vida.
Doce palomitas en un palomar, a la hora y a los cuartos salen a volar.
Dos hermanas en la plaza, ambas marchan a la par, si una da doce vueltas, la otra una, nada más.
Para unos soy muy corto; para otros, regular; para los tristes muy largo; para Dios, la eternidad.
Un árbol con doce ramas, cada rama, cuatro nidos; cada nido, siete pájaros: cada cual con su apellido.
Unas surgen con la luna, a otras las alumbra el sol, todas juegan al corro y todas hermanas son.
Tengo agujas y no sé coser, tengo números y no sé leer.