Guardada en estrecha cárcel
por soldados de marfil,
está una roja culebra,
que es la madre del mentir.
más adivinanzas del cuerpo humano...
Dos niñas van a la par, y no se pueden mirar.
¿Quién seré yo que encerrada soy donde quiera que voy, me encuentro siempre mojada y al cielo pegada estoy.
Cinco hermanos muy unidos, que no se pueden mirar, cuando riñen aunque quieras, no los puedes separar.
Dicen que son de dos, pero siempre son de una.
A muchos se lo suelen tomar si antes no se ha ido a pelar.
Porque no se caiga pagan, pero, si se cae, nadie se agacha a recogerlo.
Sólo tres letras tengo pero tu peso yo sostengo. Si me tratas con cuidado, te llevaré a cualquier lado.
Si los abro veo si los cierro sueño.
Parecen persianas, que suben y bajan.
Una capilla llena de gente y un capellán en medio que predica siempre
