Laterales parapetos,
que van siempre por parejas,
les encantan los secretos.
más adivinanzas del cuerpo humano...
Hay en la plaza nueva un monte, y en él dos cuevas. Más abajo un pozo hondo que tiene el brocal rojo. Altas ventanas, iguales, y en ellas, dos niñas bellas que, a través de los cristales, todo lo ven y lo observan.
Dicen que son de dos, pero siempre son de una.
¿Quién seré yo que encerrada soy donde quiera que voy, me encuentro siempre mojada y al cielo pegada estoy.
Una capilla llena de gente y un capellán en medio que predica siempre
Si aciertas esta pregunta, te anotarás un buen tanto: ¿qué cosa acabada en punta tienes entre risa y llanto?
Formamos, como soldados, en una fila y somos carniceros toda la vida
Con ella vives, con ella hablas, con ella rezas y hasta bostezas.
Pozo hondo, soga larga, y si no se dobla no alcanza.
Dos estrellas se han perdido, en el cielo no aparecen, en tu casa se han metido y en tu cara resplandecen. ¿Qué son?
Enfundados siempre van y hay que tener cuidado con las patadas que dan.