Habla y no tiene boca,
oye y no tiene oído,
es chiquito y hace ruido,
muchas veces se equivoca.
más adivinanzas de cosas de la casa...
En lo más alto me ponen para que el aire me dé. El aire me zarandea, Y siempre lo miro a él.
Tengo dientes y no muerdo, desenredo con cuidado, caminos abro en tu pelo, ya sea liso o rizado.
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.
Aunque músculos no tengo, los techos yo sostengo.
En la mesa me ponen y sobre mí todos comen.
A la entrada de tu casa algo suena si lo aprietan y tu sales presurosa a abrir deprisa la puerta.
Lo usa el tendero para comer, lo lleva entero si sabes leer.
Es una pera colgada que toda la casa alumbra sin tener humo ni llama.
No soy el sol, tampoco el fuego; pero la casa bien que caliento.
Caja llena de soldados, todos largos y delgados, con gorritos colorados.
