Me hallo en los escritorios
y en las casas comerciales,
todos me miran quien soy
para ver lo que contengo.
Mis días están contados
y el día que voy a morir
ya se sabe de antemano.
más adivinanzas sobre el tiempo...
Doce caballeros, nacidos del sol, todos mueren antes de los treinta y dos.
¿Qué día será, que entre el sábado y el lunes está?
Los siete son hermanitos y viven un solo día: cuando uno nace otro muere, y así se pasan la vida.
Como te cases o te embarques en este día fatal, todo te saldrá mal.
Aquí estamos doce hermanos; yo, que el segundo nací, soy el menor entre todos: ¿Cómo puede ser así?
¿Qué cosa no ha sido y tiene que ser, y que cuando sea dejará de ser?
Corre más que un ciclista, nunca da marcha atrás, si lo pierdes de vista, ¡cómo envejecerás!
Cuando apenas he nacido, mi vida se acaba al punto; aunque no soy el primero, lo sigo por todo el mundo.
Un árbol con doce ramas, cada rama, cuatro hijas, cada hija, siete hijos, me dices ¿cómo se llama?
Brazos tengo desiguales y a mi ritmo se mueven los mortales.
