adivinanzas para niños

Mi ser por un punto empieza,
por un punto ha de acabar,
el que mi nombre acierte
sólo dirá la mitad.

 

más adivinanzas de ropa y vestuario...

Por la noche me lo pongo, por el día me lo quito y en la siesta lo uso un poquito.

Juntos, en ovillo, duermen los mellizos; cuando se separan, estirados andan.

Pisados, siempre en el suelo, recibiendo malos tratos, y sin señales de duelo.

Hoy cuando me levanté, puse uno en cada pie. Como no son los zapatos, dime tú... ¿qué puede ser?

Ahí vienen dos: uno se moja y el otro no.

Con dos patas encorvadas y dos amplios ventanales quitan sol o dan visión según sean sus cristales.

No me utilizan los patos más me llevan de apellido, con «Z» empieza mi nombre, ¡y ya el resto es pan comido!

¡Escapa, escapa! que esto que te digo, aunque no te obligo, te abriga y te tapa.

Aunque las adornamos a ellas cuando no tenemos carreras, la gente tiene manía de no llamarnos enteras.

Dos buenas piernas tenemos y no podemos andar, pero el hombre sin nosotros no se puede presentar.