adivinanzas para niños

Nazco y muero sin cesar;
sigo no obstante existiendo,
y, sin salir de mi lecho,
me encuentro siempre corriendo.

 

más adivinanzas de la naturaleza...

Girando toda su vida, toda su vida girando y no aprendió a ser más rápida da una vuelta y tarda un día, da otra vuelta y tarda un año.

Alas de mil colores y se pierden entre las flores.

Sin vacación en sus cursos, al principio son pequeños, suelen nacer en montañas y morir de marineros.

Cuatro puntos son y para distinguirlos necesitamos del sol.

Viene del cielo, del cielo viene, a unos disgusta y a otros mantiene.

Vuela en el aire, pace en la tierra, se posa en los árboles, anda en la mano, se deshace en el horno y se ahoga en el agua.

Soy una bola grandota, que gira constantemente, y que desea saber, dónde meter tanta gente. Si ya sabes quien soy yo eres muy inteligente.

Rompe y no tiene manos, corre y no tiene pies, sopla y no tiene boca, ¿Qué te parece que es?

Aparece por delante, por los lados, por la espalda, te descuidas un instante y te levanta la falda.

Nicanor tenía un barco y con él surcaba el río; ¿era este un barco pequeño o este era un gran navío? Lee despacio, Encarnación, y hallarás la solución.