Nazco y muero sin cesar;
sigo no obstante existiendo,
y, sin salir de mi lecho,
me encuentro siempre corriendo.
más adivinanzas de la naturaleza...
Nazco en lugares abruptos sin haber tenido padre y conforme voy muriendo va naciendo mi madre.
Muchas monjitas en un convento, visitan las flores y hacen dulces dentro.
Viene del cielo, del cielo viene, a unos disgusta y a otros mantiene.
Como una peonza da vueltas al sol, gira que gira, sin tener motor.
¿Qué es, qué es, que te da en la cara y no lo ves?
En el cielo soy de agua, en la tierra soy de polvo, en las iglesias de humo y mancha blanca en los ojos.
Un convento bien cerrado, sin campanas y sin torres y muchas monjitas dentro, preparan dulces de flores.
Vuela sin alas, silba sin boca, azota sin manos y tú ni lo ves ni lo tocas.
No ves el sol, no ves la luna, y si está en el cielo no ves cosa alguna.
Tengo lecho y no me acuesto tengo curso sin ser maestro.
