Nazco y muero sin cesar;
sigo no obstante existiendo,
y, sin salir de mi lecho,
me encuentro siempre corriendo.
más adivinanzas de la naturaleza...
Alas de mil colores y se pierden entre las flores.
Vuela en el aire, pace en la tierra, se posa en los árboles, anda en la mano, se deshace en el horno y se ahoga en el agua.
En las regiones polares se encuentra en todos los mares.
Lleva años en el mar y aún no sabe nadar.
Aparece por delante, por los lados, por la espalda, te descuidas un instante y te levanta la falda.
Como el algodón suelo en el aire flotar, a veces otorgo lluvia y otras, sólo humedad.
Llevo, sin ser arlequín, de colores mi librea, yo salgo de tarde en tarde y espero siempre a que llueva.
Girando toda su vida, toda su vida girando y no aprendió a ser más rápida da una vuelta y tarda un día, da otra vuelta y tarda un año.
Desde el día en que nací, corro y corro sin cesar: corro de noche y de día hasta llegar a la mar.
Es tan humilde y tan buena que hasta se deja pisar; para el almuerzo y la cena la vaca la va a tomar.