No he de darte más razones,
sin mi perderías los pantalones.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Una piel que es otra piel, una mano que no es mano y el frío se aguanta bien.
Aunque la quite del agua, sigue en agua.
Tengo corazón sin ser persona, tengo bata sin ser mujer. y el hombre elegante me lleva delante.
Rodeo cuellos y cuellos, tanto de ellas como de ellos.
Redondito, redondón, no tiene tapa ni tapón.
Nuestra dueña nos coloca uno a cada lado, siempre pendientes, siempre colgados.
Resuélveme este dilema: «soy una, pero soy media».
En las manos de las damas casi siempre estoy metido, unas veces desplegado otras veces recogido.
Me pisas y no me quejo, me cepillas si me mancho, y con mi hermano gemelo bajo tu cama descanso.
Se pone para dormir, aunque no es un camisón, puede ser de lana, seda o algodón.
