No he de darte más razones,
sin mi perderías los pantalones.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Me pones y me quitas, me tomas y me dejas, conmigo no tiritas y estoy hecho de madejas.
No he de darte más razones, sin mi perderías los pantalones.
Hoy cuando me levanté, puse uno en cada pie. Como no son los zapatos, dime tú... ¿qué puede ser?
Aunque las adornamos a ellas cuando no tenemos carreras, la gente tiene manía de no llamarnos enteras.
En tus manos estoy limpio, en tus ventanas me ensucio, si sucio, me ponen limpio, si limpio, me ponen sucio.
Me pisas y no me quejo, me cepillas si me mancho, y con mi hermano gemelo bajo tu cama descanso.
Tamaño de una cazuela, tiene alas y no vuela.
Me lleváis, me traéis, y si sois nuevos quizás me mordéis.
En las manos de las damas casi siempre estoy metido, unas veces desplegado otras veces recogido.
Una piel que es otra piel, una mano que no es mano y el frío se aguanta bien.