No he de darte más razones,
sin mi perderías los pantalones.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
De día llenos de carne, de noche con la boca al aire.
Santa con nombre de flor, y, a pesar de este retrato, me confunden con zapato.
Redondito, redondón, no tiene tapa ni tapón.
Una copa redonda y negra, boca arriba está vacía, boca abajo está llena.
Puedes llevarlo en el pelo y, a veces, en los zapatos, se coloca en la cintura y en el rabo de los gatos.
Aunque las adornamos a ellas cuando no tenemos carreras, la gente tiene manía de no llamarnos enteras.
Dos hermanitos muy igualitos, en llegando a viejecitos abren los ojitos.
En tus manos estoy limpio, en tus ventanas me ensucio, si sucio, me ponen limpio, si limpio, me ponen sucio.
De pergaminos, o sedas, o papel hechos estamos; en verano gusto damos; las manos han de estar quedas, si es que nuestro oficio usamos.
Hoy cuando me levanté, puse uno en cada pie. Como no son los zapatos, dime tú... ¿qué puede ser?
