No he de darte más razones,
sin mi perderías los pantalones.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Rodeo cuellos y cuellos, tanto de ellas como de ellos.
Soy de piel o paño gordo y me adhiero a tu cuerpo, para que no pases frío cuando llega el invierno.
Resuélveme este dilema: «soy una, pero soy media».
Redondo, redondo, sin tapa, sin fondo.
El pie tapo al instante igual que si fuera un guante.
Por la noche me lo pongo, por el día me lo quito y en la siesta lo uso un poquito.
Juntos, en ovillo, duermen los mellizos; cuando se separan, estirados andan.
Santa con nombre de flor, y, a pesar de este retrato, me confunden con zapato.
Aunque las adornamos a ellas cuando no tenemos carreras, la gente tiene manía de no llamarnos enteras.
Con varillas me sostengo y con la lluvia voy y vengo.
